Tras el colapso de los servicios públicos luego del estallido de la crisis en 2012, los establecimientos de salud ya no pudieron cumplir normalmente con su misión. En el norte del país, la administración pública malí aún no se ha reorganizado, particularmente en el ámbito de la salud.
“En estas condiciones, muchos malíes tienen serias dificultades para recibir tratamiento, en especial los niños pequeños y las mujeres embarazadas, que son particularmente vulnerables, así como también los heridos de guerra”, señaló Kathrine Zimmermann, coordinadora de salud del CICR en Malí. “Por esta razón, es importante proseguir las actividades de asistencia médica que llevamos a cabo desde que comenzó el conflicto”.
“Para la población en el norte de Malí, el acceso a la asistencia de salud todavía constituye un tema crítico”, explica Christoph Luedi, responsable de la delegación del CICR en Malí. “Las consecuencias del conflicto se advierten en el funcionamiento de los establecimientos de salud, que, sin apoyo externo, hacen enormes esfuerzos por responder a las necesidades de la gente”.
Más información en:
http://www.icrc.org/spa/resources/documents/update/2013/11-28-mali-health-care-in-danger.htm