La asistencia humanitaria prestada en Sudán por el CICR ha beneficiado a más de 1,5 millones de personas en el último año, en su mayoría habitantes de las zonas afectadas por el conflicto armado y otros tipos de violencia. Los 700 trabajadores que el CICR tenía en el país fueron expulsados el 1 de febrero de 2014, sin que hasta el momento las negociaciones que se mantienen con las autoridades sudanesas hayan conseguido revertir la situación.
Desde 1978, el CICR trabaja en Sudán asistiendo a las víctimas de los conflictos armados y de la violencia, y desde 2003 también responde a las necesidades derivadas de las hostilidades en Darfur, donde la violencia generada por la competencia sobre los recursos y los enfrentamientos militares entre grupos armados de la oposición y del Gobierno ocasionan desplazamientos y daños a la población civil.
Durante el año 2013 la asistencia se materializó en:
Asistencia humanitaria a más de 1,5 millones de personas en Sudán.
Distribución de alimentos a más de 420.000 personas.
Distribución de semillas a 325.000 personas en Darfur.
Acceso al agua potable a más de 700.000 personas, particularmente en Darfur.
70.000 consultas médicas en centros de salud apoyados por el CICR.
Servicios a más de 6.000 personas con discapacidades físicas en centros ortopédicos apoyados por el CICR.
Tratamiento médico de 1.400 pacientes heridos de guerra mediante el suministro de los insumos necesarios.
En su papel de intermediario neutral, facilitó la transferencia de 80 personas, entre ellas prisioneros de guerra, civiles retenidos por los grupos armados y miembros de las fuerzas armadas sudanesas.
Vacunaciones a más de 1,2 millón de animales, principalmente en Darfur y Kordofán, una actividad que benefició a cerca de 150.000 personas.
Junto con la Media Luna Roja Sudanesa, intercambio de más de 12.000 mensajes que permitió la comunicación entre familias separadas como consecuencia de la situación del país.
Entrevista con el jefe de Actividades Operacionales del CICR para África Oriental: