Huyendo de la situación de extrema violencia que persiste en la República Centroafricana y expulsados de sus aldeas, miles de hombres, mujeres y niños llegan en camiones de carga llenos de polvo buscando refugio al este de Camerún. Según fuentes de ACNUR, durante el mes de febrero llegaron a Camerún 20.000 personas provenientes de la República Centroafricana (RCA), elevando el número de personas desplazadas a 35.142.
La Cruz Roja de Camerún ha desplegado un gran número de voluntarios que trabajan conjuntamente con la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas para registrar a los recién llegados. Desorientados y en estado de shock, la Cruz Roja de Camerún les presta los primeros auxilios y la ayuda psicológica que les permita hacer frente a su nueva situación. Sin capacidad para alojar a las personas que llegan, la mayoría duerme al aire libre expuestos al frío y a los mosquitos. Para sobrevivir, las mujeres y niños tienen que pedir alimento a los habitantes de las aldeas que, a pesar de sus modestos ingresos, comparten su arroz y pescado: “Sobrevivimos gracias a la generosidad de las personas que nos dan un poco de comida para alimentar a nuestros hijos», dice Ali Fadel Adawiya, uno de los desplazados que llegaron con las escasas pertenencias que pudieron reunir en su apresurada huida.
En septiembre de 2013, la FICR emitió un llamamiento de emergencia a las Sociedades Nacionales destinado a apoyar a la Cruz Roja de Camerún para la atención de 3.200 personas de RCA refugiados en Guiwa Yangamo y Bétaré-Oya con la distribución de artículos no alimentarios, apoyo psicosocial y acceso al agua potable y al saneamiento. En la actualidad, con el creciente número de nuevos refugiados en la zona, la necesidad de ayuda es significativamente superior.