En la mañana del día 8 de marzo en la ciudad de Ndéle, al norte del país, hombres armados asaltaron la Misión Católica donde se alojaban cuatro colaboradores del CICR matando a uno de ellos. Sus otros tres compañeros están ilesos.
Georgios Georgantas, Jefe de la Delegación del CICR en la República Centroafricana, mostró su indignación ante la muerte de su colega e hizo un llamamiento a todos los hombres armados para que respeten a todas las personas que trabajan para el CICR, para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y a todos los agentes humanitarios que trabajan en el terreno. Así mismo, apeló a todas las partes del conflicto para que respeten las normas del Derecho Humanitario Internacional que protege a aquellos que acuden en ayuda de la población civil y les permite realizar su trabajo.
La escalada de violencia causada por el conflicto está generando una crisis humanitaria que afecta a centenares de miles de personas en todo el país.